Os mostramos la procesión de la Virgen del Prado de Ciudad Real de 2009, Patrona de dicha localidad y que procesiona el 15 de agosto y, por segunda vez en la octava del día 22 de agosto, durante las fiestas de esta ciudad.
La Virgen del Prado procesionando al lado de la catedral.El aroma a nardos impregnó los jardines del Prado en la festividad de la Octava, que un año más congregó a numerosas personas que se acercaron para ver partir la procesión de la patrona. El repique de campanas anunció, a la caída de la tarde de un día asfixiante, el inicio del desfile procesional al que se fueron incorporando cientos de fieles, mientras la imagen de Santa María del Prado aguardaba en el atrio para iniciar su recorrido por el casco antiguo de la ciudad, hecho que se produjo a las 20.30 horas. La patrona lucía el manto de la Coronación y llevaba prendidas en el vestido la medalla del obispo Hervás, concedida en el Concilio del Vaticano II, y la de la ciudad.Delante de la carroza de palio, adornada con nardos blancos que simbolizan en el mundo cristiano la alegría y la comunión del pueblo, iba una representación de la Corte de Honor y, seguidamente, un grupo de cofrades de la Ilustre Hermandad de la Virgen del Prado, entre ellos el nuevo hermano mayor, Manuel Navas. A continuación, cientos de cofrades (aunque en menor número que el 15 de agosto) alumbraron el recorrido de la venerada imagen. La dulcinea, damas de honor y el pandorgo 2009, Vicente Castillo, también acompañaron a la patrona.A lo largo de todo el trayecto quedó de manifiesto la devoción que sienten los ciudadrealeños por la patrona, llamando especialmente la atención el recogimiento de las mujeres que hicieron el recorrido descalzas por una promesa. La presidencia religiosa la ostentó el vicario general de la Diócesis, Miguel Esparza, acompañado de dos canónigos. La civil la encabezó el teniente de alcalde, Juan Caballero, acompañado de los concejales populares Rosario Roncero y Miguel Ángel Poveda.Madre misericordiosa. La procesión cerró los cultos en honor a la patrona que se iniciaron a las diez y media de la mañana en la basílica prioral con una solemne función religiosa. A la derecha del hijo, vestida con brocados, aguardó Santa María del Prado a los cientos de fieles que acudieron al templo catedralicio para celebrar la eucaristía de la Octava de su festividad. La misa fue concelebrada por catorce sacerdote, doce canónigos y dos párrocos de Ciudad Real, de las iglesias de San Pedro y el Pilar. El sacerdote que ofició la misa, Antonio González Villén, párroco de San Pablo, subrayó en la homilía que María es modelo de misericordia, de amor y entrega a los demás, tras precisar que sin misericordia no hay humanidad. Antes, el chantre de la catedral, Antonio Lizcano, leyó el Evangelio según San Lucas (1,39-45) que recoge la visita de María a la madre de Juan y cuyo mensaje se resume, según el oficiante, en el amor y la misericordia que «nos debe acompañar todos los días de la vida». El presbítero aludió también a la Encíclica de Juan Pablo II Dives in Misericordia que dice que el hombre contemporáneo se siente asfixiado y víctima de sus propias prisas porque la vida se mide por la efectividad y no permite errores. Entre tanta presión surge la misericordia como redentora del alma humana y «Cristo nos tiende una mano de esperanza y paz». En esta misma línea, recordó la Encíclica de Benedicto VXI, Caritas in Veritate que advierte de los peligros de las desigualdades entre los hombres, subrayando que «la misericordia auténtica cristiana es la más perfecta encarnación entre la igualdad de los hombres». El encargado de elevar las peticiones a Dios fue el presidente de la Asociación de Cofradías, Emilio Martín. En el transcurso de la liturgia, la Coral Polifónica de Ciudad Real, dirigida por el maestro Daniel Báñez, entonó la Cantata 84 de Juan Sebastian Bach, el Ave María de Javier Busto y el Sanctus de Schubert. Para la acción de gracias eligieron la banda sonora de la Misión de Morricone.Ciudad Real 23/08/2009.La Tribuna Digital
